La Danza de La Luna y la Profecía de la Mujer Búfalo Blanco

La Danza de La Luna y la profecía

de la Mujer Búfalo Blanco

 

La sanación de las mujeres y de los pueblos

 

“Soy Mujer de la tierra,

Alumbrando con luz de luna,

Me coronan las estrellas,

y las Diosas viven en mí

 

Soy la Fiesta de la Vida,

Danzando en el Universo

Mi alegría es medicina

y las Diosas viven en mí”

Canto Medicina

 

¿Qué es la Danza de la Luna?

 

En la película Akelarre el Obispo decía que no hay nada más peligroso que una mujer que danza, y que las danzas más peligrosas son las que suceden de noche y en el bosque, porque nadie sabe qué es lo pasa y si no se las detiene, las brujas cambiarán el orden del Universo.

Algo de eso es cierto, las mujeres que danzamos podemos cambiar el orden de las cosas y sobre todo podemos cambiarnos a nosotras mismas.

Pero lo que el obispo de dicha película no dice es que el orden del Universo primero fue cambiado por el capitalismo y el patriarcado. Entonces nuestras Danzas se vuelven prácticas capaces de restablecer el ciclo sagrado de la vida-muerte-vida.

Dicho esto, avancemos a lo que crea curiosidad: ¿Qué es la Danza de la Luna?

En 1992, un grupo de mujeres se organizaron para tratar de evaluar y dignificar el papel de la mujer en el mundo, apoyándose en su herencia cultural, desde la fe en un futuro mejor para todas.

De esa manera se originó el primer registro del círculo actual en México en 1992 con un grupo de mujeres que siguiendo sus sueños, visiones y el estudio del Códice Borgia (códice antropológico antiguo de la profecía de la Danza de la Luna) fundaron el primer círculo llamada “Danza de la Luna Xochimeztli”.

Así, La danza de la luna es heredera de una antigua tradición que nos deja el legado de abuelas de todos los rincones de la tierra, como la abuela Isabel Vega, que en paz descanse, y la querida abuela Tonalmitl, ambas fundadoras de este sagrado primer círculo.
Ambas realizaron trabajaron a través de sus experiencias directas durante muchos años y luego juntaron todas estas tradiciones, visiones, estudios, enseñanzas y filosofía de este linaje para formar los fundamentos de la danza de hoy que nos ayudan a todas las danzantes a crear conciencia, respeto y cuidado para la madre Tierra.

A través de este círculo de origen, la «Danza de la Luna Xochimeztli», círculo madre surgen otros círculos en diferentes países del mundo fundados por Abuelas Danzantes de Luna. Así nacen nuevas semillas de conciencia, nuevos círculos que también gestarán nuevas Abuelas.

La Danza de la Luna es un ritual de cinco días en el que las mujeres se reúnen en un círculo ceremonial durante cuatro noches para rezar por el bien de la humanidad, elevando la esencia femenina, empoderando y sanando sus cuerpos físicos y emocionales de generaciones de opresión.
Las mujeres que sienten el llamado a danzar ayunan durante cuatro días. Solo beben agua y té y obtienen un poco de miel para estabilizar el equilibrio de azúcar. Además, hay ocho temazcallis durante estos cuatro días, al atardecer y al amanecer.
Los cantos antiguos, la danza y la oración en unidad profunda llevan a las mujeres a través de la ceremonia hacia una recuperación de la fuerza y su empoderamiento.

Para lograr esto, las danzantes nos esforzamos y entregamos en nuestra ofrenda lo mejor que tenemos, nuestra espiritualidad: ofrendamos nuestro sueño, hambre y fuerza y también nuestros miedos, nuestras emociones, nuestros dolores y corajes.

A cambio pedimos a las esencias, elementos y todas las fuerzas de la naturaleza y del universo que se acaben las injusticias, carencias, violaciones, sojuzgamiento e imposiciones de todo tipo que ha padecido la mujer y la naturaleza.

El objetivo de este trabajo es elevar nuestra conciencia de ser mujeres fuertes y decididas para ver la vida pasada, presente y futura de manera diferente y cambiar así nuestra actitud para con la humanidad, nuestro papel como mujeres responsables y principalmente como educadoras de nuestrxs hijxs y proponer medidas para la limpieza del medio ambiente y los elementos fundamentales para la existencia del hombre, forjando una nueva meta en nuestro futuro.

Continuando con el legado, la abuela Tezcayolocihuatl, quien se gestó dentro del círculo de danza Xochimextli, sintió en su corazón apoyar en el inicio de este trabajo en la Península del Sur en el año 2018, fundando el círculo de Danza de Luna “U najil Ix chell”, círculo donde se está gestando quien suscribe.

Para comprender este trabajo femenino puesto al servicio de la humanidad es necesario conocer:

 

La profecía de la Mujer Búfalo Blanco

 

 

Hay muchas versiones de esta profecía. Te voy a compartir la que a mí más me resuena.

La Profecía del Búfalo Blanco, es una antigua leyenda Sioux, uno de los pueblos más grandes de los Nativos de Norteamérica.

Cuentan que un verano de hace mucho, mucho tiempo atrás, los Oceti-Shakowin, los siete consejos sagrados de los Lakota Oyate y la nación Siux, se reunieron para acampar juntos. El sol brillaba constantemente, pero los animales habían desaparecido y el pueblo sufría de hambre. Cada día se enviaban exploradores en busca de animales para cazar, pero los exploradores no encontraban nada.

Entre los grupos reunidos estaban los Itazipcho, los Sin-Arcos, quienes habían formado su propio campamento en torno a su jefe, Cuerno Hueco Parado. Una mañana temprano, el jefe envió a dos de sus jóvenes hombres en busca de animales para cazar.

La historia comienza cuando estos dos guerreros, que estaban cazando bisontes en las Black Hills de South Dakota, vieron una bella mujer acercarse hacia ellos.

Uno de los guerreros tuvo malos pensamientos respecto a la muchacha, por lo que ésta le dijo que se alejara de ella. Entonces apareció una nube negra que cubrió el cuerpo de este guerrero, cuando la nube desapareció no quedaba ni una pizca de carne ni sangre que cubriese sus huesos desnudos

El otro guerrero, se arrodilló y comenzó a rezar, y la mujer le dijo que regresase a su pueblo y advirtiese que dentro de cuatro días regresaría con un ramo sagrado.

Así lo hizo, el guerrero reunió al consejo de ancianos y les contó lo sucedido. Al cuarto día, vieron como una nube bajó del cielo y de ella salió un ternero de bisonte blanco. Al llegar al suelo, el ternero se convirtió de nuevo en la bella muchacha que llevaba el ramo sagrado en su mano.

La joven cantó una canción sagrada y les dio el ramo sagrado. Durante cuatro días permaneció con el pueblo Lakota y les habló sobre el ramo sagrado y su significado.

Y así, les enseñó siete ceremonias sagradas:

  1. Una de ellas era la de la «cabaña del sudor» o la ceremonia de la purificación, es decir el Temazcal.
  2. Otra era la ceremonia de poner nombre a los niños o ceremonia del bautizo.
  3. La tercera era la ceremonia de la curación, la custodia del alma y su liberación (se realiza a los fallecidos)
  4. La cuarta era la de los parientes, la generación de familiares, el matrimonio.
  5. El lanzamiento de pelota (representa el acceso a la sabiduría)
  6. La sexta era la búsqueda de la visión.
  7. Y la séptima era la ceremonia de la «danza del sol», la ceremonia del pueblo para toda la nación.

Durante la realización de estos rituales la pipa y el tabaco sagrado se empleaban para elevar el alma y abrir la comunicación entre las personas y su Creador.

La mujer sagrada demostró cómo presentar la pipa a la Tierra, al cielo, y a las direcciones sagradas, antes de explicar que la cazoleta de piedra de la pipa, de forma circular, en la que estaba grabada la cría del búfalo, representaba a la Tierra y a todos los animales de cuatro patas que caminaban sobre ella. Su caña de madera, que salía del centro de la cazoleta, representaba todo lo que crece, así como un vínculo directo entre la Tierra y el cielo. Doce plumas de águila moteada que colgaban de la pipa representan a todas las criaturas aéreas. «Cuando se fuma esta pipa», dijo la mujer, «todas estas cosas se unen a la persona, todo lo que hay en el universo; todos envían sus voces a Wakan Tanka, el Gran Espíritu. Cuando se ora con esta pipa, se ora por y con todas las cosas». (236)
Ella les trajo estas siete ceremonias y les enseñó las canciones y las costumbres tradicionales. Y les dijo que, en tanto realizasen esas ceremonias, seguirían siendo los cuidadores y guardianes de la tierra sagrada, y que, mientras la respetasen y cuidasen, su pueblo nunca moriría y viviría para siempre.

Luego de enseñarles lo que el pueblo necesitaba la mujer se fue. Hay quienes dicen que con su búfalo blanco, hay quienes dicen que ella se convirtió en búfalo blanco.

Al irse, llegaron cientos de búfalos negros, que fueron quienes le dieron cobijo y comida al pueblo. Cabe destacar que el pueblo estaba pasando por una gran hambruna.

La muchacha se fue del mismo modo en que vino, y dijo a su gente que un día regresaría si fuese necesario. Que mientras tanto protejan el ramo sagrado.

El ramo sagrado es conocido como la «Pipa del Ternero de Bisonte Blanco» y se guarda en un lugar sagrado (Green Grass) en la Reserva India del Río Cheyenne en South Dakota. Y es guardada por un hombre conocido como el «Guardián de la Pipa del Ternero de Bisonte Blanco», «Arvol Looking Horse».

Cuando la «Mujer Bisonte Blanco» prometió regresar, también hizo algunas profecías. Una de esas profecías era que el nacimiento de un búfalo blanco sería una señal de que se acercaba el tiempo en el que ella regresaría para purificar el mundo, en el sentido de traer armonía, equilibrio y espiritualidad.

No importaba lo que le ocurriese al búfalo blanco «Miracle» durante los meses o años posteriores a su nacimiento.

El chamán Lakota, Joseph Chasing Horse (José Caballo Perseguidor), dijo que era una señal del «Gran Espíritu» y que la era venidera de armonía y equilibrio no podía ser revocada. Pero que eso, no quería decir que las duras pruebas a las que habían sido sometidos los Indígenas Americanos desde la llegada de los Europeos a estas tierras, habían terminado. No en vano, la nación Lakota ha mantenido el proceso judicial más largo de la historia de los Estados Unidos, en su frustrado intento por recuperar el control de las Black Hills, la tierra sagrada en la que se apareció la «Mujer del Ternero de Bisonte Blanco» hace 2.000 años.

Joseph Chasing Horse añadió: «Muchas de las gentes-medicina, los líderes espirituales y los ancianos estamos rezando por el mundo. Rezamos para que la humanidad despierte y piense en el futuro, para que nos demos cuenta de que no hemos heredado la tierra de nuestros ancestros, sino que estamos tomándola prestada de nuestra progenie aún no nacida».

El bisonte blanco «Miracle» murió de viejo el 19 de septiembre de 2004, pero un nuevo ternero blanco nació el 25 de agosto de 2006. Por lo que no hay que desesperar, a pesar de cómo está el mundo, la esperanza es lo último que se pierde.

Hasta que esta mujer Wanka Tanka vuelva, muchas mujeres aprendemos de sus medicinas para que a nuestros pueblos nunca les falte nada.

 

Con amor,

Juli Huehuetezcatl

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